lunes, 27 de julio de 2009

*

Todos los sonidos
del mundo
vienen a morir
a mi vientre
cuando pienso
en tus dedos
repiqueteando
tormentosos,
como si
-lluvia –
contra mis
paredes de carne.
Tal y como el planeta
se detiene rotundo para
amplificar la música,
me eclipsa la respiración
y me congela.
Llevándome
por las aceras
como quien por
pentagramas se desliza.
Sólo una sirena,
una ambulancia,
inquietarían
esta paz crónica
del que observa
el exterior que anhela.
en este lugar loco,
atiborrado de
sonoras señales
me completas
y es…
el inicio de
una turba
de aceleraciones
espiradas.

2 comentarios:

  1. "Todos los sonidos
    Del mundo
    Vienen a morir
    A mi vientre"

    (ahogo un suspiro de admiración)

    Me gusta cómo pones sonido a lo que en apariencia sólo nace para ser leido...y este poema tiene sonido propio.

    ¿Por qué el título es un asterisk?

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  2. Muy bonito; me gusta la combinación de elementos de interiorización del poema -el vientre, la carne, etc-, con elementos exteriores -sonidos, acera, sirenas, paredes- que, en principio, parecen no tener relación con
    esos otros elementos.

    Un saludo

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