No puedes
y yo tampoco
me rindo.
Nos deshacemos
de todo ello
sin más.
Del embarazoso
inconveniente
de este suceso
inesperado.
Nos deshacemos
de los recuerdos
de los temblores
de aquella noche,
que nos estorba,
cuando besándote
pensé quizás
lo cerca que estaba,
lo más cerca
que nunca estuviera,
de penetrar
la sórdida negrura.
Abrazándome a
un vórtice pánico
tras pedirte
que no me confundas
que no te engañes,
ni me arrastres contigo.
Abortar
tras jugármelo
todo –incluso lo que no poseeré-
apostando bien fuerte
por la sonrisa
del dos de oros.
Descender, envolverme
en cualquier
destrucción
esporádica nocturna
para no sentir
el vibrante pálpito,
rememorar
tu piel
o la añoranza en
la caricia de
tu abrazo.
Torturar tan pequeños
placeres sagrados
censurar sentimientos
profetas heridos.
Contra natura
mi amor.
Contra natura
amputar
mi minúsculo
amor recién nacido.
(Como) Ser zarandeados por incansables olas...O una montaña rusa emotiva...o el látigo profundo que nadie consigue ver pero que te agita con más fuerza que cualquier cosa visible. El viento no puede verse, sólo percibimos los estragos que causa...pero a veces llegamos a tal clarividencia que hasta podemos ver el viento y saber por dónde viene antes que sople.
ResponderEliminarAbortar (sentimientos) es doloroso.Probablemente lo más doloroso que puede crearse hacia dentro. La criatura no llegará a nacer pero seguirá siempre naciendo...
Al, amigo mío
ResponderEliminara veces tus comentarios
son tan poemas
y tan hermosos
como un renacimiento
de lo más sanador
para el alma.
Tienes que volver a nutrir a Cavecanem
ResponderEliminarpongamos una fecha para la próxima inauguración
¡quiero ser madrina!
Quiero hacerlo pronto. En cuanto se despeje la incognita del examen. Y entonces espero coger carrerilla y que broten...
ResponderEliminarMuchas veces, siempre, a ti!
P.S.: Ymadrinaseràs!!!
Recuerdo esta conversación, que quedó pendiente, Alf!!!
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