Yo
no decía nada
te
miraba
en
silencio
con
la boca
muy
abierta
como
un pez
de
colores
Callaba
los
ojos fijos
en
todo tu movimiento
esa
respiración
ese
esfuerzo
esa
lucha
que
te traes con la vida.
Ese
miedo tan insondable
que
me daba patadas
en
el estómago
que
me expulsaba
de
cada válvula
y
tiraba de mí
al
mismo tiempo.
Tan
terrible,
que
me echaba fuera,
cuando
todavía
estaba
dentro.
Poesía directa con toques de rock.Encantado de leerte. Puedes pasar por mi blog:
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