Recuerdo
cuando
las
hojas de otoño.
Estábamos
siempre
entre una
y
otra
página.
Llegábamos
tarde,
volábamos
presos
de
un
húmedo
pacto
con
todos
los
muertos
con
toda la rabia
con
todo el fracaso
y
fue demasiado
con
sólo dos manos.
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